Tienes que aprender que la vida son dos días, dos putos días, que cuando te quieras dar cuenta ya estarás casado y con un par de hijos, y que si no vives lo que tienes ahora, ahora, nunca más podrás vivirlo.
Exacto, mientras lees esto estás perdiendo tiempo de tu vida, un segundo, otro, otro... ¡Basta! Corre a tu cuarto, arréglate, sal a la calle y vive lo que tienes. Dan igual los problemas, los amores imposibles y todas esas tonterías, corre y se feliz, ya, antes de que pase otro día más sin que hayas sonreído hasta que te duela la tripa.
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