Que de repente cambia todo, que de estar llorando y destruida pasas a sonreír y a ser feliz, así, por arte de magia. Bueno, por arte de SU magia. Porque siempre lo consigue, dependes de él, y eso no es del todo bueno, pero es la verdad, no hay que negarlo, de nada sirve engañarte a ti misma diciendo lo contrario. Lo quieres, te hace feliz. Y eso no va a cambiar tan fácilmente, quieras o no quieras que sea así, lo es, y no hay más vuelta de hoja.
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