Nunca voy a acostumbrarme a ti.

Nunca voy a acostumbrarme a que te vayas, cada vez que quieras, de la forma que quieres, dejándome cómo una puta mierda, y a que después vuelvas, con esa sonrisa jodidamente irresistible, me digas cuatro tonterías, me las crea y volvamos a empezar. Nunca voy a entender por qué lo haces. Nunca. Pero sinceramente tampoco quiero entenderlo, lo que quiero y necesito es estar bien de una puta vez, y ya no contigo, si no conmigo misma, ser feliz. Sí, eso, necesito ser feliz. Necesito poder levantarme de la cama, saber que te tengo ahí, estar segura de que no vas a irte, si no de que vas a venir, a despertarme con besos, a llevarme por ahí y perdernos, pero juntos. De verdad que lo necesito.

Al fin y al cabo, eres pura rutina.

Como cada noche me tumbo en mi cama y me pongo mis cascos. Play. Una vez más el aleatorio me fuerza a recordarte, 'Guardame un secreto - Xenon'. Es inevitable que comience a recordarlo todo. Que empiece por aquel día en el que, por pura casualidad, te cruzaste en mi vida de la forma más tonta que existe, que recuerde todas esas conversaciones hasta las tantas de la madrugada en las que moría de sueño, pero no me acostaba porque prefería hablar contigo, porque me hacías tan feliz... Aún recuerdo todas aquellas peleas de 'te quieros' y todas las sonrisas que me sacabas al acabar ganando tú, injustamente claro, porque no te haces una idea de lo muchísimo que te quería. Me acuerdo de que iban pasando los días y lo único que quería era verte, abrazarte, tocarte. Y ahí, justo en ese momento, me pongo a llorar cómo una estúpida. Me doy cuenta de que nada va a volver a ser cómo antes y de que ya no te importo, ni te importaré cómo te importé nunca más. Y me siento mal, me siento muy mal, pero no puedo evitarlo, no puedo evitar quererte. Ojalá pudiera.