Nunca dejes de perseguir tus sueños.

Para mi si no te equivocas estás perdido, porque se supone que nunca lo intentaste. Sí, señores y señoras, por desgracia no siempre se gana, y no se nace con todo aprendido. La vida es muy jodida, mucho, no sabéis hasta qué punto, pero eso no importa cuando en tu cara hay una sonrisa. Exacto, el truco está en intentar ser feliz pase lo que pase, en superar cada obstáculo, en asumir que los 'para siempre' no existen y en dejar atrás el miedo a equivocarse, bueno, el miedo en general. Pero lo más importante de todo, no tienes que dejar de perseguir nunca a eso a lo que la gente llama sueños. Nunca.

Tienes que aprender a vivir sin él.

Tienes que aceptarlo, pero de nada sirve ponerse a llorar y a patalear como cualquier niña de 3 años. Lo que de verdad tienes que hacer es demostrarle lo que se ha perdido. Sí, exacto, vestirte con la camiseta más escotada que tengas, ponerte unos tacones bien altos y pintarte los labios de rojo. Sal a la calle. Sonríe. Se feliz. Haz que vea que realmente le importaste, que sueñe con retroceder el tiempo para volver a estar contigo, que se muera de ganas de besarte, que se de cuenta de que, en el fondo, sí que te quiere, y de que ahora, ya es tarde para poder tenerte, que tú ya has aprendido a vivir sin él.

De repente cambia todo.

Que de repente cambia todo, que de estar llorando y destruida pasas a sonreír y a ser feliz, así, por arte de magia. Bueno, por arte de SU magia. Porque siempre lo consigue, dependes de él, y eso no es del todo bueno, pero es la verdad, no hay que negarlo, de nada sirve engañarte a ti misma diciendo lo contrario. Lo quieres, te hace feliz. Y eso no va a cambiar tan fácilmente, quieras o no quieras que sea así, lo es, y no hay más vuelta de hoja.

No hay peros que valgan.

Esta vez no hay excusas, no quiero ninguna excusa, no hay peros que valgan, vas a ser mío. Voy a darte un beso cuando me apetezca y voy a abrazarte cuando lo necesite. Voy a decirte 'te quiero' cuando lo sienta, y a hacerte sonreír con cada tontería. Voy a cantarte nuestra canción al oído, y a mirarte a los ojos para que me beses. Voy a quererte. Vas a quererme. Es simple.

Otra jodida verdad.

No sabes lo que hacer, y corres, corres lo más rápido que puedes, intentas descargarte, soltar toda la rabia que llevas dentro, y lo consigues, puedes hasta sonreír por un momento. Luego vuelves a casa, y por el camino piensas en todo. No sabes por qué él, por qué ha tenido que ser justamente él quien marque así tu vida, de esa forma tan drástica. Por qué volvió para irse, y por qué, simplemente, llegó a tu vida. Y deseas no haberlo conocido nunca. Pero luego te das cuenta de que, si nunca lo hubieras conocido, no sabrías lo que es la felicidad completa.

Te das cuenta de que no le importas.

Te levantas, una mañana más, y te das cuenta de que no está, como el resto de despertares desde aquel día. Lo echas de menos, sientes que tu corazón se acelera al pensar en su sonrisa y una lágrima recorre tu rostro cuando te repites a ti misma que tienes que ser realista, y que debes darte cuenta de una jodida vez de que ni está, ni volverá a estar, nunca más, que lo que habéis vivido quizá para él ahora mismo sea un error, y que no le importas, no le importas nada.

Lo único que quiero es ser feliz.

Pues yo no quiero tener súper poderes, ni poder volar, ni tener al chico más perfecto a mi lado, ni el último iphone de moda, ni todo el dinero del mundo, ni una casa en la orilla de la playa, ni recorrer el mundo en 80 días, ni tener una familia perfecta, ni ser famosa, ni que la gente se muera por echarse una foto conmigo, ni vestir de marca, ni quiero que cuando muera me entierren en la mejor tumba, ni soñar con cosas bonitas todos los días, ni ser la que más corre de la clase, ni quiero saber bailar de putísima madre, ni que todo el mundo me envidie. Lo único que quiero es ser feliz, con eso me conformo.

Voy a ser feliz, sin él.

Te sientes traicionada, fría, bueno, más bien helada, con una falsa sonrisa en tu cara para no preocupar a nadie con tu mierda, sientes asco, dolor, y a la misma vez amor. Sientes como si tuvieras una espina clavada, y te la estuvieran metiendo más y más. Pero todo esto a él le da igual. Por eso mismo voy a valorarme como persona, voy a quererme a mi misma, y voy a aprender a vivir sin él, sin depender de nadie. Voy a ser yo, a ser feliz, y punto. Porque creo que me lo merezco.

Si la cagas, te limpias el culo y sigues adelante con una sonrisa.

A veces querría poder retroceder, y cambiar lo ya hecho. Destrozar todo lo que tengo y volver a construirlo de nuevo, pero con las piezas que yo quiera. A veces me dan ganas de mandarlo todo a la mierda, y de empezar de cero. Pero desgraciadamente no puedo hacer eso. El tiempo pasa, las oportunidades también y las bifurcaciones en el camino se quedan atrás conforme vas avanzando en el. Debes elegir bien, y procurar cometer los mínimos errores posibles, ya que, todo tiene sus consecuencias, y aquí no existen los genios de la lámpara. Pero si la cagas, pues te limpias el culo, y sigues adelante con una sonrisa.

Lo peor de todo es que ya lo sabía.

¿Sabes? Me gustaría estar feliz, tener en mi cara esa sonrisa que decías que tanto te gustaba, que me pudieran seguir brillando los ojos, me gustaría poder ser optimista y poder ver las cosas por el lado positivo, pero, ¿sabes cuál es el problema? Que no hay lado positivo. Que todo esto es una puta mierda. Pero la verdad es que no se de qué cojones me quejo, si yo ya sabía todo esto, ya sabía que, de repente, como siempre, ibas a irte, para no volver, o para hacerlo cuando esté a punto de olvidarte. Que estábamos jugando al juego de enamorarse y yo ya sabía que había perdido antes de empezar.

Y te sientes sola.

Hoy es un día de esos en los que te sientes sola, en los que te das cuenta de que él no está, de que no tienes a sus brazos para que te arropen y así te quiten el frío, que no tienes a su sonrisa contagiosa para hacerte feliz, a su mirada que te hipnotiza ni a su dulce voz para decirte que te ama. Te das cuenta de que no tienes nada, y lo peor de todo, de que nada de lo que tuviste va a volver. Y entonces, inevitablemente, lloras. No quieres hacerlo, pero lo haces, y no puedes parar. Y te duele el alma. Y te das cuenta de lo mucho que lo quieres.

Hay que aprender a encontrar a los de verdad.

En la vida o comes o te comen, es así. Que a veces hay que ser un puto egoísta de mierda, que en lo único que tienes que pensar es en ti, y en lo único que te tienes que preocupar es de que tu sonrisa no desaparezca de tu cara. Sí señores, las cosas son así, seamos sinceros, si no eres un puto borde se aprovechan de tu amabilidad, la gente es muy hija de puta, por suerte o por desgracia. Lo que hay que hacer es saber encontrar a los de verdad, a los que no te fallan ni te apuñalan en cuanto te das la vuelta. Los que están ahí siempre, no solo en los buenos momentos. Y cuando los encuentres, no dejarlos escapar.

La perfección no existe.

Todos cometemos errores, todos. La perfección no existe, todos tenemos defectos, la cagamos y después nos cagamos en nosotros mismos, hacemos las cosas mal , pero luego rectificamos, nos desviamos del camino, para luego volverlo a coger con más fuerza, nos caemos y nos levantamos, todos. Por eso hay que aprender a decir 'lo siento', a arrepentirse, a valorar sin juzgar, porque probablemente si te valoran a ti sacarán mucha más mierda. Debes saber como seguir, con una sonrisa, olvidando lo que hiciste mal, y aprendiendo de ello, para no volver a cometer los mismos errores.

No te fíes ni de tu sombra.

A veces me siento sola, pienso en todas esas personas que en su día me prometieron un 'para siempre' y ahora si quiera recordarán mi nombre, de las que juraron estar a mi lado pasara lo que pasara y ahora no les veo el pelo por ningún sitio, de todos aquellos cobardes que no dieron la cara por mi cuando realmente lo necesitaba, de todos los que por orgullo me han perdido, de los 'amigos' que resultaron ser unos falsos de cuidado, de todos aquellos gilipollas que se vendieron como los mejores y luego a la primera de cambio, te dieron la puñalada por la espalda. Y me da rabia, mucha rabia. Pero que se le va a hacer, unos vienen y otros muchos se van. Hoy en día, no te puedes fiar de nadie, ni de tu propia sombra.

Como el primer día.

Parece mentira que siga aquí, queriéndote, después de todo lo que ha pasado, tiempo, peleas, distancias, gilipolleces, palabras que duelen, mentiras, sueños rotos.. Parece mentira que después de todo siga sintiendo exactamente lo mismo que el primer día, que siga queriéndote como al principio, que me entre el cosquilleo en el estómago cuando me miras, y que no pueda parar de pensar en ti ni un puto segundo. Por que lo cierto es que tus imperfecciones me encantan, y todo lo demás me enamora. Que tu sonrisa y tu mirada me hacen grande no, gigante. Y que eres el único que consigue enamorarme con un puto 'te quiero'. Que eres especial joder.

Vivir, de eso se trata.

Tengo ganas de desmadrarme, de hacer cosas nuevas, de mirar la vida con otros ojos, de vivir el presente sin preocuparme de nada, de no pensar en el 'qué dirán', de hacer lo que realmente quiero, lo que me gusta de verdad, de ser como soy, y no como quieren que sea, de gritarle al mundo que soy feliz, de conocer gente nueva, de visitar nuevos países, nuevas costumbres, de conocer mundo, de pensar en mi y que le jodan a todos los demás. Y es exactamente lo que pienso hacer, a partir de ya.

Soy como soy, y punto.

Soy de las que les importa una real mierda lo que digas, así que mejor cállate. De las que ayudan solo a los que se lo merecen. De las que por muchos errores que cometan, nunca aprenden. De las que la vida les sonríe muy de vez en cuando, y las que aprovechan esa sonrisa para ser feliz. De las que pasan de todo menos de él. De las que se vuelven loca cuando suena su canción preferida. De las que lo recuerdan todo, hasta el más mínimo detalle. De las que cuando te tienen que pegar una hostia, te la pegan. De las que si ven que necesita un abrazo, te lo dan sin problema. De las que no les importa perder su tiempo en hacer sonreír a aquellos que hacen lo mismo con ellas. De las que les gusta andar descalzas por casa. De las que sueñan con cosas imposibles. De las que cuando se enamoran, no hay ni Dios que les abra los ojos. Soy como soy, me gusta ser así, y no voy a cambiar, por nada ni por nadie.

Sin tu sonrisa no soy nadie.

Lo cierto es que me siento una puta estúpida escribiendo esto, pero es la única forma que tengo de desahogarme. Te quiero, eso es lo que tengo más claro, después está que te necesito, que la sonrisa que ves cuando estás conmigo, se va contigo cuando desapareces, que tus besos son eso que me da fuerzas para seguir así, feliz, que tú me haces feliz. Pero todo eso es también secundario, lo que quiero que sepas es que cada mañana me despierto con el único miedo de perderte, que no soportaría que me dejaras aquí, que sin tu sonrisa no soy nadie, que si algún día decides irte, mi corazón se partirá en trocitos muy pequeños, tanto que será muy difícil volver a unirlos, y que gracias por todo lo que me haces sentir, de verdad.

Que si no es hoy, será mañana.

No se cuando, si hoy, mañana, dentro de unas semanas, quizá meses o incluso años, pero tengo la esperanza de que seré feliz a tu lado, de que todo esto que hoy estoy soñando se hará realidad, de que podré levantarme por la mañana y encontrarme con un mensaje tuyo que ponga 'buenos días princesa, hoy también he soñado contigo', que me sorprendas cada día con una forma diferente de decirme 'te quiero', que me calles con un beso, que me toques nuestra canción con la guitarra o que escribas nuestros nombres en aquel banco. Se que algún día todo esto se hará realidad. Mientras tanto, solo me queda esperar.

Las cosas suceden o no, pero nada es imposible.

Eso es cierto, las cosas suceden o no suceden, en el primer caso debes estar feliz de tener lo que tienes, pero en el segundo caso tienes que luchar por conseguirlo, y una vez ganada la lucha, estar orgulloso de ti mismo por vencer los obstáculos que te impedían tener eso que tanto querías. Yo creo que es mucho más sencillo que las cosas te vengan y punto, pero mucho más bonito tener que luchar por conseguirlas. Los caminos fáciles no me gustan.

Hoy he mirado el mundo de otra manera.

Esta mañana, al levantarme, me he mirado al espejo y me he dicho a mi misma 'bueno, tampoco estoy tan mal', después me he ido a la cocina y me he hinchado a galletas con chocolate, me he despeinado y me he puesto la música a todo volumen, he cantado y bailado como una loca, he salido a la calle y me he puesto a correr hasta no poder más, luego he vuelto andando, y luego, finalmente, he soltado una gran carcajada. Lo que quiero decir con esto, es que si haces lo que realmente quieres hacer en cada momento, serás feliz. Y eso siempre es así, digan lo que digan.

Te quiero.

Que con cada beso voy a demostrarte lo que siento, que a partir de ahora, cada sonrisa va a ser un 'te quiero', cada mirada, un 'cómeme a besos', y cada abrazo, un 'no me sueltes nunca'. Que me haces feliz con cada cosa que haces, que cada vez que abres la puta boca, para decir lo que sea, me sacas esa puta sonrisa, que quiero vivir muchos más momentos de los ya vividos contigo. Que si fuera por mi, iría a tu casa, te raptaría, y te haría feliz muy lejos de aquí.

Esperar cansa.

No se qué cojones pensar ya, no se si todo esto esta siendo una puta mentira, si lo único que quieres es reírte de mi, hacerme daño, pero lo que si se es que te quiero y que como todo esto sea cierto lo voy a pasar mal, muy mal, y no quiero joder. Ya he sufrido suficiente, ya me han dado muchos palos en la vida como para llevarme otro más. Por favor, no me hagas daño.

Soy yo misma, y si no te gusta, te jodes.

Quiero ser yo misma sin ser juzgada o tachada por un grupo de gente, quiero sonreír sin miedo a dejar al descubierto todos mis defectos, quiero ser esa canción que te ponga los pelos de punta, quiero mirarte a los ojos y comerte con la mirada, quiero poder volar solo para demostrarle a toda esa gente que estoy más arriba que todos ellos, pero, en cambio, no quiero ser perfecta. Me gustan mis defectos, y no cambiaría nada de mi, por nada del mundo.

Eso es amor.

Que una vez más te demuestra que te quiere, que una vez más sonríes como una tonta, que una vez más es capaz de hacerte feliz con cuatro promesas, que puede cumplir o no cumplir, pero que sabes que, tarde o temprano, cumplirá. Que lo mires y el corazón se te estremezca, como aquel primer día, que te abrace, te diga 'te quiero', y se te rompan todos los esquemas, que lo ames más que a nada en el mundo, eso es amor.

Ya es tarde.

A llegado ese momento en el que piensas que todo va a cambiar, en el que sabes que nada es como antes y tienes miedo de que todo se vaya a la puta mierda sin motivo. Ese momento en el que tus ojos se llenan de esas putas lágrimas con las que llevabas tiempo sin tratar, pero que ahí están, jodiéndote de nuevo. Justo en ese puto momento, te das cuenta de que, a lo mejor, tendrías que haber luchado más, pero ya es tarde.

El tiempo pasa.

Que sin darnos cuenta el tiempo pasa, hace prácticamente dos días eramos unos enanos que se divertían con cualquier juego, que no se preocupaban de nada más que de ganar jugando el pilla-pilla, o encontrar a todos jugando al escondite, de que no pusieran verduras para comer o de que mamá te diera 5 céntimos para comprarte una chuchería. ¿Quién no querría volver tener esas preocupaciones? ¿Quién no querría volver a tener cinco años? Todos querríamos. Pero eso es imposible, el tiempo pasa y no se puede retroceder. Lo cierto es que dentro de unos años querremos estar dónde estamos ahora, por tanto, disfruta el presente.

Una sonrisa que lo dice todo.

Mírala, mira mi sonrisa, mira lo feliz que me haces, mira como puedo sonreír de repente, solo por el hecho de tenerte aquí, de poder decirte 'te quiero' sin miedo a escuchar un 'yo no', de ponerme nerviosa conforme va llegando el momento de verte, de abrazarte, de comerte a besos, de robarte tu sonrisa y guardármela en lo más hondo de mi baúl de los recuerdos, para poder recordarla siempre, pase lo que pase.

Soy como soy, no voy a cambiar.

Que ya lo se, no soy perfecta, claro que no, tengo millones y millones de defectos, pero por lo menos soy quién digo ser, no vivo jugando un papel, si no que me tomo la vida como si fuera un juego. Sí, justo eso. No pienso demasiado, ni me rayo por gilipolleces, intento sonreír siempre y que le jodan al mundo, aunque por dentro me esté muriendo. No me gusta hacerme la víctima, prefiero llorar cuando esté sola que con mucha gente, me cuesta mucho pedir abrazos, pero no tanto darlos. Soy especial, tengo mis cosas malas y mis cosas buenas, pero nunca vas a ver a una como yo, nunca. Y otra cosa, no me pidas que cambie, porque, seas quién seas, no lo voy a hacer, ni por ti, ni por nadie.

Sin miedo a nada.

Tienes miedo, de que todo se vaya a la mierda, de que por esa gilipollez se acabe, de que quiera seguir sin ti, de que no te quiera como tú pensabas, de acabar como antes, de volver a llorar por las noches, de recordarlo y no vivirlo, pero luego te preguntas, ¿para qué sirve el miedo?.
Pues bien, ya te lo digo yo, el miedo no sirve para absolutamente nada, la gente que tiene miedo de muchas cosas es la que no sabe disfrutar bien de la vida. Por tanto, sal ahí fuera, sin miedo a nada, y cómete el mundo.

Mi mundo.

Mi mundo es muy simple, por un lado esta mi familia, que me apoya, y me ayuda en todo cuanto necesito, por otro, mis amigos, a los que quiero con locura y los que son capaces de sacarme una sonrisa siempre, y por otro lado esta él, que es como un mundo a parte. Un mundo en el que no siempre sonrío, para nada, también hay días grises, pero la mayoría de sonrisas que tengo son por él. Por todo lo vivido, por parecer dos auténticos gilipollas y por no importarnos parecerlo. Porque con él puedo ser yo misma y vivir como quiero vivir. Porque lo quiero, mucho. Porque es jodidamente alucinante.

Follarme a los imposibles.

¿Sabes lo que te digo? Que no, yo no soy partidaria de los siempres, pero a veces hay que ser positivo, sí, eso , positividad, esa cualidad que le falta a la gran mayoría de la gente para ser feliz. A veces, si te rayas demasiado, puedes llegar a perder lo que tienes. Lo cierto es que, personalmente, estoy hasta el coño del puto 'y si' del que todo el mundo habla, 'y si sale mal..', 'y si no siente lo mismo..', 'y si estropeo todo..', hasta el coño. No se puede ir así por la vida, pensando en la parte negativa de arriesgar. Si arriesgas, puedes perder, sí, pero también puedes ganar, y perder no supondría nada, ya que estás luchando por ganarlo, todavía no lo tienes, pero ganar sí, ya que tendrías lo que deseas, y esa lucha daría sus frutos. Yo soy de las que mira hacia a delante, y de las que da cada paso para conseguir eso por lo que lucha, sin pensar en el puto 'y si'.