Vistas de página en total

viernes, 18 de abril de 2014

Todo cuesta arriba hasta que tu aliento me calme.

Todo se hará tan cuesta arriba ahora que sé cómo huele, ahora que entiendo el por qué de lo de 'qué sonrisa tan bonita tienes', ahora que sé lo que es temblar cuando se acerca y lo que es que me robe un beso a mitad de decir que le odio. Cómo no le voy a echar de menos, si me ha dejado marcada su dentadura en mi cuello, y ha dibujado constelaciones en mi espalda. Cómo no voy a llorar al sentir ese vacío en la cama, al deshacer las sábanas por las pesadillas y no por los gemidos. Cómo no voy a sentirme vulnerable al pasar por aquel banco y ver nuestros nombres escritos, o al ver al viejo del portal de la esquina volviendo a entrar a las 23:54 después de su paseo de cada noche, pero esta vez sin interrumpirnos diciendo que la juventud de hoy en día no tiene vergüenza alguna. A veces pienso que no puedo seguir ahora que sé que tu sonrisa y la mía pegadas no duran más de 5 segundos sin que uno de los dos las funda en un beso, o eso de que me hagas cosquillas y haga como que me enfado aunque en el fondo esté deseando que me abraces. Ahora que sé lo que es abrazarte. Que pasear por la calle ya no tiene sentido si no estás tú para guiarme, si no me das la mano, si no importa el destino. No sé, ahora voy a querer aguantarte la mirada hasta que te rías, y reírme. Y reírnos. 
Y eso, que necesito muchas cosas pero que todas tienen que ver contigo. Y que aguantaré lo que haga falta, porque te quiero, nos quiero, más que a cualquier gilipollas que diga que no podremos con todo, más que a cualquier cuesta, recta o curva, más que a cualquier cosa. Y a veces me pregunto cómo coño nos encontramos, cómo nos cruzamos, por qué. Y no lo sé, pero lo que tengo claro es que fue para demostrarnos que, si somos, es juntos.

martes, 15 de abril de 2014

Acojona tener las cosas tan claras.

Tener tan claras las cosas a veces no es tan bueno como parece, a veces acojona. Acojona como el hecho de no poder odiarte, o como lo de echarte de menos de esta forma.
¿Admitir que tienes miedo es de cobardes? Pues lo soy, soy una puta cobarde entonces, digamos que me haces serlo. Y ¿sabes? Ojalá tuviera miedo a la oscuridad, a las arañas, a los sitios pequeños o a los demasiado profundos y no a perderte. Y no a una vida sin tus tonterías, sin tus enfados repentinos y tus 'podemos con todo'. Lo siento, es inevitable, yo lo intento ¿eh?, pero es que aferrarse tanto a algo no debe ser sano, aunque, qué coño importa eso, soy feliz así.
¿Y cómo mierda se le explica a alguien que es la única persona que te llena de verdad?
No me jures días, ni me digas que soy preciosa en cada momento, ni planifiques un futuro conmigo, ni le pongas nombre a esto. No dejes de mirarle las tetas a otras, de emborracharte con tus amigos, ni de enfadarte por tonterías, ni de ser orgulloso. No dejes de levantarte tarde los domingos, ni de acostarte a las tantas un lunes, porque sí, ni de picarme aun sabiendo que va a molestarme lo que digas. No dejes de quejarte de la vida, aunque no tengas ni razones, ni de decir que no te gusta lo que ves en el espejo. No dejes de soñar despierto, ni de defender a los tuyos como si se tratara de ti mismo. No cambies. No cambies nada, ni de ti, ni de tu vida, sólo déjame formar parte de ella, sólo déjame ayudarte cuando ni te reconozcas, y brindar con vodka caramelo cada vez que vuelvas a lograr algo que te propongas. Sólo te pido un domingo al mes, y elegir la película. Tranquilo, puedes meterme mano si no te gusta, y se me olvidará hasta cuál es. Solo pido un buen polvo sin que te vayas por la mañana, y una carcajada en medio de la noche de tu mano. Solo pido que cuando me sienta helada tu aliento en mi nunca me calme, y que en cada rincón de la cuidad escondamos una historia. Solo pido que entiendas que no necesito nada más, con eso me sobra.



lunes, 7 de abril de 2014

La vida va de locos que se hacen falta.

-¿Por qué no me dejas sentarme en aquel banco y no recordarle? - Preguntó ella.
Y nunca hubo respuesta, porque tampoco existía. ¿Qué culpa tenía su subconsciente de que tan poco hubiera significado tanto para ella?
Lo cierto es que hay días en los que se ve capaz de seguir sin esa pequeña dosis de él que le estuvo dando la vida durante tantas tormentas. Hay momentos en los que siente que verdaderamente no necesita que esas jodidas mariposas revoloteen en la tripa de la que él se apropiaba en cualquier lugar, por la que sus dedos bajaban y ella subía al puto cielo. Pero cualquier día, cualquier calle se convierte en especial porque se cruzan. Y ambos se dan cuenta de que nunca encontrarán a nadie que les haga sentirse así, pero no son capaces de decir 'te quiero' sin sentirse imbéciles. Y se preguntan qué son, qué son el uno sin el otro. Y tampoco hay respuesta, o sí, pero ninguno de los dos se ve con la suficiente fuerza como para afrontar que la respuesta sea 'nada'.
'Absolutamente nada', se pudo entrever en las lágrimas que caían sobre aquel banco.
'Qué estúpida soy, ¿cómo no voy a recordarle? Si jamás me había sentido tan viva como cuando me miró a los ojos. Tan grande y tan pequeña. Voy a hacerlo, voy a decirle que le echo de menos, ¿a quién mierda quiero engañar? En la vida había añorado tanto nada, y me siento más imbécil callándome algo tan grande que diciéndoselo después de darle dos besos en vez de uno.'
Le dio la última calada a su Malboro y se pintó los labios de rojo, para sentir que de verdad podía hacerlo. 
Y pudo, quién sabe por qué fuerza externa. Quizás porque tenía demasiado claro que jamás volvería a poder decir 'te quiero' sin articular una sola palabra si no era él quién le respondía con un 'yo más enana' escondido en la sonrisa.