Vistas de página en total

lunes, 24 de marzo de 2014

Más fuerte pero no más claro.

Soy muy feliz, la verdad. Mentiría si te dijese lo contrario, y mentiría también si dijese que no es por tu culpa. Aunque bueno, supongo que eso a estas alturas ya lo sabrás, no hay más que verme la cara cuando te tengo en frente, cuando me coges de la mano o cuando me abrazas. Te echo de menos, para qué engañarnos. Me duele en el alma no poder tenerte cuando te necesito, aunque sepa que estás ahí y que no me vas a dejar caer nunca, me duele no sentir tus brazos arropándome cuando hace frío, o haciéndome cosquillas tumbados en la arena de la playa. Algo tan tonto como ver tu sonrisa en cualquier amanecer. El pensar que los 'tú puedes' podrían estar acompañados de un simple apretón de manos, un simple beso de fuerza, y que se tienen que quedar en simples palabras me frustra. Pero joder, te quiero. ¿Y sabes lo que supone eso, no? Quererte supone luchar por ti, hasta cuando ni me queden fuerzas, hasta cuando me den ganas de mandarlo todo a la mierda. Coger aire y decirme a mí misma 'gilipollas, nadie en tu vida va a hacerte así de feliz' y decirte que te quiero. Porque eso es quererte, supone arriesgar, arriesgar y que no me importe hacerlo, no tener miedo a perder si puedo ganarte. Es sonreír al escuchar tu nombre y contarle al viento que vivo de tus detalles, que tiemblo si te imagino fuera de mi desorden de vida, ese que solo tú logras convertir en algo que merezca la pena. Pues te quiero, ¿entiendes? Con todo lo que eso conlleva, en las buenas, en las malas y en todos y cada uno de tus días, de nuestros días. Porque estamos juntos en esto cariño.
Estoy orgullosa de ti, y sabes de sobra que me tienes para todo, que estoy aquí y que ya tendría que volverme bien loca como para irme. Cueste lo que cueste ¿recuerdas?
Eres el único que puede hacerme sentir tan viva, tan grande siendo tan pequeña. Contigo puedo con todo, y no me cansaré nunca de decirlo: te quiero. Gracias 8.


No hay comentarios:

Publicar un comentario