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domingo, 2 de febrero de 2014

Lo único que me consuela de quererte tanto es que tú me quieras igual.

Hoy es uno de esos días en los que debería reflexionar y pensar en mí, en el paso del tiempo y en toda esa mierda que me hace ponerme ñoña- Sí, hoy es uno de esos días en los que empiezo pensando en mí y acabo contigo en la puta cabeza, sin darme cuenta de que es normal que lo hagas, que termines invadiendo mi puta mente como si acaso tuvieras permiso de hacerlo, como si fuera tuya, apropiándote de cada uno de mis pensamientos y decisiones, y es que me cago en la puta, cómo jode saber que eres necesario.
Yo jamás había dependido de alguien, es más, no me gusta admitirlo, pero ¿qué le hago si estoy abajo si estás abajo y arriba si subes? ¿qué le hago si estando abajo solo que me digas que soy fuerte y que me sonrías como si de verdad lo fuera me hace tener la fuerza suficiente como para levantarme?
A veces me gustaría poder explicar lo que siento sabiendo que no podré sentirme llena si no sé que te tengo, que follar ya nunca será solo eso, y que ya nunca podré decirte que no te quiero sin que suene creíble. Pero es que me siento tan vulnerable al reconocerlo, al saber que eres consciente de ello. ¿Y sabes lo único que me consuela? El que se te vaya la puta cabeza y te plantes en mi casa diciéndome que me echas de menos, que al desnudarme antes de fijarte en mi culo te pares en mi sonrisa, y me digas que soy preciosa recién levantada, y que sonrías al intentar convencerme de que no me quieres cuando te haces el enfadado. Me consuelan tus pequeños detalles, esos que me demuestran que no soy la única que está hasta las trancas.

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