Vistas de página en total

sábado, 7 de junio de 2014

Y yo qué sé.

No sé, es como si hubiera dejado de esperar algo de cualquier persona.
No sé, ahora las noches son bonitas, porque seguimos viendo la misma luna.
No sé, es como si sintiera que nunca voy a cansarme de cabalgar sobre tu torso desnudo. Y de morderte el cuello para que tus fuertes brazos nos peguen aún más de lo que lo hace la vida.
No sé, quizás no tenga ni puta idea de lo que es el amor, pero sigo diciéndote que me vuelves loca.
No sé, dicen que que todos los caminos llevan a Roma, pero ¿qué ocurre si a donde yo quiero llegar es a ti? Si sería capaz de convencer a cualquier fase de la Luna de que te quiero sólo con mirarte.
No sé, pero a veces los cigarros se consumen demasiado rápido. Será porque me entretengo echándote de menos, o porque necesito asumir el hecho de que todo tenga un final.
No sé, pero me gusta enredarte y acabar oliendo a ti. Hasta que la noche se canse de nosotros.
No quiero saber por qué, pero siento que si no eres tú, no es nadie. Ni si quiera soy yo si no es contigo.
No quiero saber por qué, pero solo quiero que mi piel se erice al deslizar tu dedo por mi espalda.
Y susurros. Y besos. Y despeinarnos. Y sábanas demasiado revueltas. Y querernos. Y reírnos de la vida. Y yo qué sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario