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domingo, 25 de agosto de 2013

¿Cómo?

A veces las cosas cambian. De repente, un día, te levantas y te das cuenta de que es posible que no estés haciendo las cosas bien, y de que deberías cambiar, deberías valorarte un poco más y no dejar que nadie, absolutamente nadie, juegue contigo; ni si quiera él. Porque joder, ya está bien de dejarse manipular, de estar ahí esperando a que te busque sólo cuando quiera encontrarte y que tú seas la tonta que se esconde siempre detrás de la puerta, y claro, que él ya se sepa el escondite y vaya directo. Basta ya de saber que te está utilizando y aún así dejar que lo haga. Vale, que lo quieres, pero es que el error no es ese, el fallo está en que lo quieres a él más que a ti misma, y no es bueno, para nada, y lo peor es que lo sabes, pero ¿qué haces?, ¿dejas de quererle?, ¿cómo? Si cada vez que vuelve se te caen las bragas, si cada vez que te vuelve a decir que te quiere, aún sabiendo que es mentira, sonríes. ¿Cómo? Si no eres capaz de pensar en otra cosa, si cada vez que vuelves a verlo, sois los dos los que necesitáis subir a su casa, que te tumbe en la cama y que te desnude, ¿cómo? si a veces ni llegáis a subir, si a veces no sois capaces de aguantar que el ascensor suba esos 3 pisos sin comeros, la boca y lo que no es la boca.

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